CUENTO
SISTEMICO HERMANOS
“HE
VENIDO ANTES QUE TU”
Escrito por Claudia Rodríguez
Desde la Tierra de los dioses la Olimpia Sagrada
nace un pequeño hijo de dioses hermoso, un bebé en donde se han puesto muchas
expectativas desde su nombre marca ya la misión en la cual debe colaborar con
la labor de los dioses en la Tierra.
Su nombre Amisadai que significa pueblo del
todopoderoso. Fue educado hasta sus 9 años por sus padres para luego ser tomado
por los soldados de la antigua Esparta y convertirlo en el más temido guerrero
y monarca.
A sus 18 años logró convertirse en el mejor de los
mejores. Ahora según dedición del conclave de los dioses debía para ser un buen
rey, dedicar su tiempo a estudiar sobre la sabiduría filosófica reinante en la
época y enseñarle los secretos más guardados de la mística divina.
Fue cuando una mañana salió a cabalgar y el caballo
se asustó con una ardilla que paseaba por el bosque. El joven salió por los
aires y antes que los dioses pudiesen hacer algo, el joven ya había perdido el
últimos suspiro.
Pese a la pena los dioses entendieron inmediatamente
el desapego y decidieron tener otro bebé que cumpliera con las mismas
expectativas que el primer hijo con el fin de salvaguardar el reino.
Cuando nació el segundo bebé optaron por ponerle
igual que a su hermano fallecido
Cumpliendo con las mismas tareas que el hermano
fallecido. Nunca se le habló a este sobre su hermano. Nunca supo de su
existencia. Ya que si así era podía afectar los intereses de los dioses.
Un día cuando cumplía 18 años salió a cabalgar sin
previo aviso a sus padres y se vio envuelto en la misma situación de 19 años
anteriores. Al volcarse el caballo salió disparado el joven aterrizando sobre
una roca.
Allí quedó inconsciente. Cuando sus padres se dieron
cuenta que no estaba en el palacio. Temieron lo peor, se dirigieron
inmediatamente al bosque y encontraron a su segundo hijo casi sin vida.
Se despertó allí a través de un grito ensordecedor
la rabia del padre. Y como un trueno partió el cielo en dos.
Desde allí una luz tenue bajo desde lo más alto y se
enfrentó aquel hombre poseído por la rabia.
Esa luz tomó forma y se dio cuenta que era su primer
hijo. ¿Papá porque me has olvidado? Esa rabia que contienes en tus entrañas fue
la misma que sentí al saberme olvidado y apartado de ustedes.
Al colocar a mi hermano en lugar mío y mi nombre os
estabais entregando mi mismo destino.
Más el amor por mi hermano es tan grande que cuando
cayó del caballo fui yo quien lo tomó en brazos y lo coloqué en la piedra. Él
sólo está dormido.
Su madre pidió perdón y su padre ante tanto amor
desplegado dejo fluir su rabia y apareció un sentir pleno.
Un sentir que los dioses agradecieron a su hijo.
Papá, mamá mírenme denme el lugar que merezco. Dijo
el hijo fallecido antes de partir.
Te amamos y te llevamos con nosotros, hijo mío
contestaron ambos.
Fue entonces cuando se abrieron los cielos y una luz
que encandilaba se posó en el corazón del hermano dormido.
Los padres entendieron que gracias a ese amor y a
ese reconocimiento el destino de ese joven ya había cambiado de la muerte hacia
la vida.
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